La diversificación, definida como el proceso de proporcionar alimentos además de la leche cuando la leche materna o las preparaciones lácteas ya no son suficientes para satisfacer las necesidades nutricionales, suele comenzar a los 6 meses de edad y continúa hasta los 23 meses. Se trata de un período de desarrollo crucial en el que los niños deben aprender a aceptar alimentos y bebidas saludables y a establecer hábitos alimentarios a largo plazo. También coincide con el período en el que el riesgo de retraso en el crecimiento y deficiencias nutricionales es mayor.

Estas directrices proporcionan recomendaciones generales, normativas y basadas en pruebas sobre la alimentación complementaria de los lactantes y niños pequeños de entre 6 y 23 meses que viven en países de ingresos bajos, medios o altos. Tienen en cuenta las necesidades de los niños amamantados y no amamantados. Estas directrices sustituyen a las anteriores Directrices para la alimentación complementaria de los niños amamantados y Directrices para la alimentación de los niños no amamantados de 6 a 24 meses.

Las recomendaciones contenidas en estas directrices están dirigidas a un público amplio, en particular a los responsables políticos y al personal técnico y encargado de los programas en las instituciones gubernamentales y las organizaciones que participan en el diseño, la aplicación y la ampliación de los programas de alimentación de lactantes y niños pequeños (ALNP).

Estas directrices también pueden ser utilizadas por personas que se ocupan del cuidado de niños, profesionales de la salud, médicos, instituciones académicas y de investigación, así como centros de formación.