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Como han demostrado los estudios científicos, la lactancia materna es crucial para la supervivencia, la salud y el desarrollo de los bebés y los niños pequeños. Se han desarrollado varios instrumentos para la protección de la lactancia materna a nivel internacional.

05.02.2024

Recomendaciones internacionales

Por eso, desde 2002, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF recomiendan la lactancia materna exclusiva durante un máximo de 6 meses, seguida de la introducción gradual de alimentos complementarios apropiados, seguros y adecuados, sin dejar de amamantar durante dos años o más.

Está demostrado que la lactancia materna, tal y como recomienda la OMS, reduce significativamente la mortalidad infantil, mientras que no amamantar o no hacerlo en absoluto conlleva mayores riesgos para la salud (infecciones perinatales, diarrea y neumonía, las enfermedades infantiles más mortales). Además, la lactancia materna conlleva un menor riesgo de sobrepeso y obesidad y un mayor coeficiente intelectual (2013), ver tambien Lancet 2016. La lactancia materna también aporta beneficios en términos de salud materna, incluyendo un menor riesgo de cánceres ginecológicos y de estrés postparto. Ver tambien ENT y Inmunología.

Protección de la lactancia materna – El Código

En reconocimiento de la importancia de la lactancia materna para el desarrollo del niño, la salud materna y la sostenibilidad social y económica de las familias y las naciones, la comunidad internacional adoptó en 1981 el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, que establece un estricto marco regulador de las prácticas de comercialización para proteger la lactancia materna. En 1990, para proteger, fomentar y apoyar mejor la lactancia materna, la comunidad internacional adoptó la Declaración de Innocenti sobre la Alimentación del Lactante y del Niño Pequeño, que se renovó y amplió 15 años después, en 2005.

Declaración de Innocenti

En 1991, a raíz de la Declaración de Innocenti 1990 la OMS y UNICEF lanzaron conjuntamente la Iniciativa de Hospitales Amigos del Bebé (IHAN) para garantizar el cumplimiento de los principios de Innocenti en los entornos hospitalarios. Posteriormente, la Declaración de Innocenti y la Iniciativa de Hospitales Amigos del Niño constituyeron la base para el desarrollo de la Estrategia Mundial para la Alimentación del Lactante y del Niño Pequeño, adoptada por la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) en 2002, con el fin de intensificar los esfuerzos para promover, fomentar y apoyar las prácticas óptimas de alimentación del lactante, especialmente la lactancia materna.

Posteriormente, la Declaración de Innocenti y la Iniciativa de Hospitales Amigos de los Niños constituyeron la base para el desarrollo de la Declaración de la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) de 2002 con el fin de intensificar los esfuerzos para promover, fomentar y apoyar las prácticas óptimas de alimentación infantil y, en particular, la lactancia materna.

La Estrategia Global establece no sólo las obligaciones de los Estados a este respecto, sino también las de las organizaciones internacionales, las ONG y otras partes interesadas, incluidos los agentes comerciales. Estos últimos están obligados a cumplir directamente las disposiciones del Código Internacional, independientemente de su aplicación a través de las leyes nacionales.

Esta obligación se reitera en la Observación General nº 15 de 2013 del Comité de los Derechos del Niño, que señala que «entre otras responsabilidades y en todos los contextos, las empresas privadas deben: […] cumplir las disposiciones del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna y las resoluciones posteriores de la Asamblea Mundial de la Salud sobre esta cuestión […]» A pesar de estas disposiciones, las empresas que producen sucedáneos de la leche materna no están cumpliendo con sus obligaciones y violan sistemáticamente las disposiciones del Código Internacional.

En 2014, los dos documentos finales de la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (la Declaración de Roma sobre la Nutrición y el Marco de Acción) también reconocen la importancia de la lactancia materna y recomiendan las medidas necesarias que deben adoptarse.

Para más información, lea el documento Reconocimiento de la lactancia materna, elaborado por Maryse Arendt (IBFAN Luxemburgo, Reconnaissance de l’allaitement), que presenta los extractos de la Declaración de Roma y las recomendaciones del Marco de Acción sobre la lactancia materna.