Un nuevo estudio de Hacer Tanrikulu et al (2020) revela el impacto de las prácticas comerciales de la industria de sucedáneos de la leche materna en la política de salud pública de Estados Unidos.
En Estados Unidos, la nutrición temprana se ve comprometida en los dos primeros años de vida por las bajas tasas de lactancia materna exclusiva, la exposición a sucedáneos de la leche materna, la introducción temprana de alimentos complementarios y el elevado consumo de alimentos ultraprocesados, prácticas que van en contra de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los alimentos ultraprocesados representan el 58% de todas las calorías consumidas por la población preescolar estadounidense, y cada vez se reconoce más la relación entre las dietas basadas en estos productos, según la definición del sistema de clasificación de alimentos NOVA, y los efectos adversos para la salud.
Cada vez hay más pruebas de que la actividad política de las empresas alimentarias es un obstáculo importante para el desarrollo y la aplicación de políticas de salud pública destinadas a promover un entorno favorable al consumo de alimentos sanos.
Este estudio ha demostrado que Nestlé ha utilizado diversas estrategias de actividad política corporativa que han podido influir en la política, la investigación y la práctica de la salud pública de forma favorable a la industria de alimentos infantiles. Estas conclusiones podrían servir para reconocer y prever mejor la influencia empresarial en la salud, a fin de garantizar que los intereses comerciales no se antepongan a los objetivos de salud pública.
Una de las conclusiones es que la industria de alimentos infantiles ofrece voluntariamente su ayuda para ser parte de la solución y no del problema, y que esta estrategia tiene como objetivo ayudar a la industria a construir una buena imagen y, por lo tanto, tener más potencial para moldear la opinión pública y persuadir a los responsables políticos para que influyan en las políticas, programas o normativas ventajosas para los intereses de la industria.
La actividad política empresarial más frecuentemente documentada en este estudio es la de las estrategias categorizadas como «gestión de la información». La información sobre nutrición y salud del lactante y del niño pequeño, creada por la industria, estaba dirigida tanto al público en general, incluidas las madres y los cuidadores, como a los profesionales de la salud. De hecho, Nestlé empleaba a profesionales de la nutrición y la salud cuya función era proporcionar información gratuita a padres y profesionales de la salud. Recientemente han surgido preocupaciones sobre este tipo de actividad y el posible conflicto de intereses.
La pertenencia de Nestlé a la Alianza para una Política Alimentaria Sostenible plantea interrogantes sobre el posible conflicto de intereses y la capacidad de influir en la política del gobierno estadounidense, especialmente en relación con los actuales problemas medioambientales en torno a los alimentos y los envases (residuos plásticos), así como la producción de alimentos procesados y el despilfarro de recursos naturales. Véase la página sobre alimentación sana y sostenible en nuestro sitio web.
Referencia: Hacer Tanrikulu, Daniela Neri, Aileen Robertson y Melissa Mialon, Corporate political activity of the baby food industry: the example of Nestlé in the United States of America. https://doi.org/10.1186/s13006-020-00268-x